En los talleres de reparación de vehículos se lleva a cabo una gran variedad de tareas, muy diversas entre sí, relacionadas con la reparación y el mantenimiento de los vehículos.
La amplia variedad de factores de riesgo a los que están expuestos los trabajadores en este sector conlleva peligros también muy diversos, tales como:
- Exposición al ruido producido por los motores de los vehículos, compresores, máquinas y herramientas neumáticas.
- Caídas al mismo o a distinto nivel.
- Incendios y explosiones.
- Exposición a sustancias químicas tóxicas que, a través del contacto con la piel o las vías respiratorias, pueden provocar irritaciones, quemaduras o intoxicaciones.
- Cortes y golpes con herramientas, máquinas y objetos mal almacenados o distribuidos por el taller.
- Sobreesfuerzos.
- Etc.
Los sobreesfuerzos son uno de los riesgos más habituales a los que se exponen los trabajadores de los talleres de reparación de vehículos. Se producen al realizar movimientos con cargas pesadas de forma incorrecta, al efectuar movimientos repetitivos o al mantener posturas inadecuadas o forzadas. Las lesiones más frecuentes son de tipo musculoesquelético, como lumbalgias, tendinitis, hernias discales o inguinales, roturas de fibras, entre otras.
Para prevenir estos riesgos, se debe evitar en la medida de lo posible realizar esfuerzos innecesarios. Es fundamental utilizar elementos mecánicos para levantar objetos pesados y, en caso de realizar levantamientos manuales, aplicar las técnicas adecuadas. Además, se debe evitar forzar posturas inadecuadas, especialmente durante periodos prolongados, y establecer un sistema de pausas y descansos regulares adaptado a las tareas realizadas.
Medidas preventivas:
- Evitar, en la medida de lo posible, la manipulación manual de cargas. Se recomienda mover las cargas pesadas con la ayuda de carros, carretillas u otros equipos mecánicos.
- Si es necesario manipular o mover cargas manualmente:
- La carga no debe sobrepasar los 25 kg.
- No debe superar la anchura de los hombros, debe tener una altura inferior a 60 cm y una profundidad no mayor a 50 cm.
- Debe contar con un agarre adecuado que permita sostenerla y moverla con seguridad.
- En caso necesario, se debe mover entre dos o más personas.
- Evitar el levantamiento por encima de los hombros.
- Disponer de un espacio de trabajo suficientemente amplio para evitar giros o torsiones del tronco.
- Intercalar pausas que prevengan la fatiga física y favorezcan la recuperación muscular.
- Proporcionar información a los trabajadores sobre las técnicas seguras de manipulación de cargas.
- Mantener una postura ergonómica adecuada durante el trabajo.
- Evitar posturas forzadas, especialmente durante largos periodos.
- Realizar pausas y estiramientos periódicos.
- Es fundamental realizar ejercicio físico de forma habitual para fortalecer las piernas, la espalda y el abdomen.
Para mover una carga de forma manual:
- Separar los pies unos 50 cm, colocando un pie ligeramente adelantado respecto al otro.
- Agacharse flexionando las rodillas y manteniendo la espalda recta.
- Tomar firmemente la carga con ambas manos y levantarla utilizando los músculos de las piernas.
- Sujetar la carga pegada al cuerpo, con la espalda recta, sin usar la fuerza de la espalda para levantarla.
- Evitar movimientos bruscos con la carga. No girar la cintura durante el desplazamiento; el giro debe realizarse desplazando los pies hasta adoptar la posición correcta.
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