Como ya hemos dicho los EPI en la industria alimentaria protegen a los operarios y trabajadores durante las diversas actividades que realizan diariamente, además de evitar la contaminación de los productos finales.
Protección respiratoria
Los equipos de protección respiratoria filtran y purifican el aire de partículas, gases nocivos y otros elementos, evitando que el operario se exponga a ellos. Se utilizan de forma frecuente a la hora de higienizar con productos como cloro y desinfectantes de uso industrial, para evitar intoxicaciones y reacciones alérgicas, entre otros problemas de salud.
Protegen también contra situaciones en las que, por ejemplo, el operario estornuda o tose sobre los alimentos y se proyectan microgotas que pueden contener gérmenes, bacterias o virus. Su uso se contempla en la norma EN 149:2001.
Las empresas en las que los empleados están expuestos frecuentemente a partículas de polvo, como son por ejemplo las de harina, especias o café, corren peligro de desarrollar enfermedades respiratorias como asma.
En estos casos la selección del equipo de protección se centra en mascarillas autofiltrantes de calidad que aseguren una protección fiable contra las partículas peligrosas.
Estos equipos de protección respiratoria son de carácter individual y protegen las vías respiratorias de los contaminantes aerotransportados reduciendo la concentración de estos en la zona de inhalación.
A la hora de elegir las máscaras, mascarillas o semimáscaras, la empresa tendrá en cuenta si las partículas dependen o no del medio ambiente. De forma que encontrará dos tipos de protectores:
Equipos filtrantes, que son el grupo de equipos dependientes del medio ambiente, es decir, aquellos en los que el aire inhalado pasa a través de un filtro donde se eliminan los contaminantes. (Equipos filtrantes contra partículas, equipos filtrantes contra gases y vapores, y equipos filtrantes contra partículas, gases y vapores…)
Y, equipos aislantes, son aquellos independientes del medio ambiente, es decir, los que proporcionan protección tanto para atmósferas contaminadas como para la deficiencia de oxígeno. Su funcionamiento se basa en un suministro de un gas no contaminado apto para la respiración humana (aire u oxígeno).
Ropa de protección técnica
Entre la ropa de protección técnica encontramos gorros, delantales, mangas, monos y trajes desechables. Protegen la piel de los trabajadores contra agentes químicos, biológicos o salpicaduras de fluidos animales o vegetales.
En ambientes refrigerados protegen contra el frío y, en actividades con riesgo de exposición a fluidos a alta temperatura (como el vapor), proveen cierto grado de protección. También protegen de forma general contra rasguños y cortes.
Asimismo, evitan la contaminación de ambientes controlados. Con la ropa de protección se evita el uso del vestuario común de los trabajadores.
Protección de manos: Guantes desechables o reutilizables
Los guantes protegen principalmente de cortes, rasgaduras, golpes, exposición a agentes químicos o biológicos, quemaduras, circuitos eléctricos en ambientes húmedos y bajas o altas temperaturas (entre otros).
Constituyen una barrera física altamente eficaz durante la manipulación de los alimentos para evitar su contaminación. Su selección depende del tipo de labor que se esté realizando.
Son uno de los EPI más utilizados en la industria alimentaria, junto con las máscaras o mascarillas y las redecillas o mallas para el cabello. Su norma reguladora es la EN ISO 21420.
Protección Pies: Calzado de seguridad
Entre el calzado de seguridad encontramos cubrezapatos, zapatillas o botas. Son uno de los principales equipos de protección individual en la mayoría de las industrias, entre las que se incluye la alimentaria.
Evitan laceraciones y pinchazos en los pies, reducen la exposición prolongada a la humedad y protegen contra la caída de materiales, así como de resbalones o caídas del personal. Su norma reguladora es la EN ISO 20345.
Protección auditiva
Se trata de prendas que reducen la exposición de los trabajadores al ruido y disminuyen el riesgo a enfermedades provocadas por esta exposición. Es importante conocer los niveles de ruido a los que se está expuesto para poder elegir la protección correcta.
Normalmente, la gran parte de la industria de la alimentación lleva a cabo procesos que generan niveles de ruido desde 85 db a 95 db, como son las industrias relacionadas con la pastelería, lácteos y confección. También existen las que emiten hasta 100 db, como las de molienda, la producción de bebidas y las pertenecientes al sector cárnico.
Para proteger la audición de los empleados, las empresas seleccionarán productos especialmente diseñados para la industria de la alimentación, como son los tapones y protectores auditivos, así como orejeras de comunicación para proteger ante unos niveles de ruido peligrosos.
Entre los protectores auditivos encontramos, principalmente, orejeras y tapones. Protegen contra los ruidos, ya que la maquinaria empleada en la industria alimentaria suele ser ruidosa; pero también son efectivos contra la exposición a elementos que pueden generar infecciones o afecciones fúngicas en los canales auditivos.
Esta situación puede ocurrir en ambientes muy húmedos, relativamente común en la industria alimentaria, o en los que hay agentes en suspensión, como cámaras de curado de embutidos. Su uso se contempla en la norma UNE-EN 352-1:2003
Protección ocular y facial
Debido a los riesgos potenciales que existen dentro de este ambiente, es importante que los ojos estén protegidos de manera adecuada. Las tareas de mantenimiento de la maquinaria suelen liberar residuos o partículas al aire.
Por eso, a la hora de seleccionar la protección ocular y facial de los empleados deberemos tener en cuenta que existen dos grupos de protectores en función de la zona a proteger:
Gafas de protección. Suelen ser la opción elegida si solo se deben protegen los ojos.
Pantallas de protección. Si, además de los ojos, se debe proteger la cara u otras partes de la cabeza.
Una vez sepamos cuál de las dos opciones anteriores debemos elegir, las clasificaremos en:
Gafas de montura universal. Son un tipo de protector ocular en el que los oculares están insertados en una montura con patillas, cabe la opción de que cuente con protectores laterales o no.
Gafas de montura integral. Protector de los ojos que guarda de manera estanca la región orbital y que permanece en contacto con el rostro.
Pantalla facial. En este caso se trata de un protector ocular que cubre, generalmente, todo el rostro. Aunque también ha modelos que cubren únicamente la parte superior, por ejemplo.
Pantalla de mano. En este caso, se trata de pantallas faciales que suelen cubrir todo el rostro y que se sujetan con la mano.
Pantalla facial integral. Y, por último, las pantallas faciales integrales, que, además de los ojos, cubren cara, garganta y cuello. Pueden llevarse sobre la cabeza, ya sea mediante un arnés de cabeza o con un casco protector.
Protegen frente a elementos que pueden estar flotando en el ambiente, salpicaduras de líquidos a presión e impactos severos de partículas u otros elementos extraños.
Durante el procesamiento de la carne, por ejemplo, protegen los ojos contra las astillas de hueso que pueden saltar al cortar una pieza, o contra las salpicaduras de productos químicos o fluidos animales (que pueden provocar reacciones alérgicas o infecciones). La normativa que rige el uso de estos equipos de protección individual en la industria de alimentos y bebidas es la UNE-EN 166:2002.
Protección complementaria a los EPI: limpieza e higiene
El uso de los diferentes tipos de EPI en la industria alimentaria debe complementarse con medidas como la limpieza e higiene de los equipos, así como la higienización y saneamiento general de los ambientes y entornos de trabajo.
El objetivo es eliminar los agentes contaminantes (como las bacterias, los virus, el polvo o la suciedad) para reducir al máximo los riesgos tanto para los consumidores como para los trabajadores.
Se recomiendan acciones como la elaboración de planes de limpieza y desinfección de las superficies de las máquinas, los utensilios, los envases y los equipos de manipulación de alimentos.
De igual forma hay requisitos y protocolos específicos según el tipo de alimento que se prepare (alimentos frescos, congelados, envasados o preparados).
También es importante mencionar que los productos químicos empleados en la limpieza y desinfección deben ser seguros para los alimentos, así como la importancia de evitar la contaminación cruzada.
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